La primera vez que me acerqué al género negro, encaminado a la parte literaria, fue cuando leí a Elmer Mendoza, escritor mejicano, y su novela titulada: Un asesino solitario (prometo compartirles una reseña de este libro más adelante). Desde entonces no me volví a acercar a este tipo de narrativa. Sin embargo, hace unas pocas semanas decidí romper el molde, sobre la mesa de una de las librerías que suelo frecuentar me topé con una pequeña selección dedicada a la novela negra, se hallaba allí American Noir, una antología que contiene los relatos de algunos autores representativos de este género, por supuesto, de Estados Unidos.
Editado por James Ellroy (quien también posee un relato en esta antología) y Otto Penzler, traducido por Enrique de Hériz y publicado por Navona Editorial, este libro encapsula a los siguientes autores: James M. Cain, Mickey Spillance, David Goodis, Jim Thompson, Patricia Highsmith, Joyce Carol Oates, Lawrence Block, Dennis Lehane y Elmore Leonard. Muchos de los aquí listados han sido merecedores al Premio Edgar Allan Poe.
Podría decir que cada relato es más oscuro que el anterior, pero no es así, son autores prolíficos, tratan a sus personas de forma muy peculiar con base al contexto y a su evolución psicológica, existe un detonante en su sentir, en lo que desean. Aquí está contenida la vida del hombre de campo y del de ciudad. Las imágenes que transmiten de los crímenes son claras, altamente cinematográficas, puedes ver a un hombre caer por la ventana y sentir cómo se golpea al caer al suelo, también puedes sentir las manos en el cuello de alguno de los maleantes.
Un valor agregado que posee esta antología es que antes de iniciar un relato se hace un pequeña presentación del autor, de su vida y obra, también hace un recorrido fílmico basado tanto en sus novelas como en sus cuentos. Algunas de estas han sido un gran éxito en taquilla, otras no tanto. Algunas de estas han sido nominadas a los Premios Óscar, habiendo alguna que otra ganadora.
Quiero resumir este libro con las siguientes líneas, pertenecen al texto Quedarse sin perros de Dennis Lehane:
“Y cuando un hombre llega tarde a la esperanza es bastante peligroso. La esperanza es para los jóvenes, para los niños. la esperanza en un hombre maduro —sobre todo en uno tan poco familiarizado con ella, uno con tan pocas perspectivas de vivirla como Blue—, bueno, esa clase de esperanza abrasa mientras se consume, blanquea la sangre de puro hervor y deja algo malvado tras su paso.”
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