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Reseña: Cuando yo tenía cinco años, me maté.

 

Hace poco llegó a mis manos un ejemplar del libro Cuando yo tenía cinco años, me maté, escrito por el psicólogo Howard Buten. Allí se cuenta la historia de Burt, un pequeño de ocho años que inicia su historia de esta manera:

 

“Cuando yo tenía cinco años, me maté.

Estaba esperando a Popeye, que sale después de las noticias. Para ser una persona, Popeye tiene unas muñecas enormes y es fuerte como ninguno. Pero las noticias no acababan nunca.

Papá las estaba viendo. Yo me tapaba los oídos porque me dan miedo. Es lo que menos me gusta de la tele. Salen los rusos que quieren aplastarnos. Sale el presidente de los Estados Unidos que es calvo. Salen anuncios del fabuloso Autorama de este año, y yo ya estuve una vez, fue una actividad muy divertida.

En las noticias salió un hombre. Tenía algo en la mano, una muñeca, y la mostraba. (Se veía que no era de verdad por las costuras.) Me quité las manos de los oídos.

«He aquí el juguete preferido de una niña —dijo el hombre—. Y esta noche, en un accidente absurdo, esa niña ha muerto.»

Subí corriendo a mi cuarto.

Salté a la cama.

Hundí la cara en la almohada y fui apretando cada vez más hasta no oír nada. Aguanté la respiración.

Luego vino mi padre y me quitó la almohada y me tocó con la mano y dijo mi nombre. Yo estaba llorando. Él se inclinó y me pasó las manos por debajo y me levantó. Me hizo así en el pelo y yo apoyé la cabeza en él. Mi padre es muy fuerte.

—No pasa nada, hijo, no llores —susurró.

—No estoy llorando —dije yo—. Ya soy un chico mayor.

Pero lloraba. Entonces papá me dijo que cada día muere alguien y nadie sabe por qué. Así son las reglas del juego. Después se fue abajo.

Yo me quedé sentado en la cama. El tiempo pasaba y pasaba. Dentro de mí había algo que no andaba bien, lo notaba en el estómago y no sabía qué hacer. Así que me tumbé en el suelo. Estiré el índice y me lo llevé a la cabeza. Y doblé el pulgar. Y me maté.”

 

Así es su prosa, así va todo el texto. Burt explica su mundo como mejor lo comprende, a través de su imaginación, de lo que conoce de su alrededor y de lo que es en realidad . Sin embargo, el pequeño se da cuenta que la forma en cómo siente, ve y oye no va acorde con la perspectiva de los adultos. Sus comportamientos empiezan a ser rotulados dentro de una sintomatología psicológica clínica. Burt abarca todo su mundo, nos cuenta historias de la escuela, con sus amigos, con sus padres, con sus profesores  y con Jessica; esta última es toda la razón de Burt, su primer desvelo.

 

“Estoy en el Centro de Internamiento Infantil.

Me han traído por lo que le hice a Jessica. Todavía me sangra la nariz pero no me duele, pero tengo la mejilla negra y azul. Me duele. Me da vergüenza.”

 

Así empieza el segundo capítulo de esta novela. ¿Qué le hizo Burt a Jessica? Durante todo el transcurso de la historia Burt tan sólo anhela dos  cosas: la visita de sus padres al Centro de Internamiento Infantil y una carta escrita por Jessica, carta que ella le ha prometido que enviará. En su larga espera, Burt es llevado constantemente a la oficina del doctor Nevele, de allí sustrae varios documentos que intenta transcribir mostrándonos así lo que sucede afuera y que él poco comprende, del mismo modo, retrata de forma general un posible diagnóstico de su situación psicológica. Buten, implementando este recurso no deja cabos sueltos, se inmiscuye en la ternura de Burt, de su mundo y lo contrapone con la mirada fría e incomprensiva de los adultos.

 

La novela está escrita de forma inteligente, la voz de Burt es única:

 

“La lluvia hace un ruido: Sshhh. Se oye cuando cae. Es Dios que dice que nos callemos.”

 

Despierta en nosotros sentimientos cálidos, pero a su vez este estilo nos genera muchas preguntas, nos mantiene pegados a las hojas del libro queriendo descubrir aquel suceso que lo llevó al Centro de Internamiento Infantil, nos desconcierta e invita a realizarnos un buen número de preguntas que van desde la concepción de qué es realmente lo bueno y lo malo, hay en los niños dicha distinción o su actuar es intuitivo.

 

Cuando terminé de leerlo en mi cabeza quedaron muy fijas una serie de preguntas, todas ellas ligadas al juicio que emitimos los adultos con respecto a las vivencias y perspectivas que tienen los niños del mundo que los rodea.

 

Blackie Books  es la editorial que nos trae esta excelente novela, por medio de su portal web pueden leer las primeras once páginas. Acá el enlace: http://www.blackiebooks.org/media/pdf/Adelanto%20Cuando%20yo%20ten%C3%ADa%20cinco%20a%C3%B1os.pdf. Espero les guste.
 

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