Me mordía la lengua cada vez que pasaba una página o terminaba de leer un relato, sobre todo con aquel que le da título al libro: El puente de los sueños y otros relatos de Junichirō Tanizaki (galardonado en 1949 con el Premio Imperial de Literatura por su obra La madre del capitán Shigemoto) considerado como uno de los máximos exponentes de la literatura japonesa del Siglo XX.
Este libro, editado por Siruela en el 2009, está compuesto por cinco relatos
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El tatuador
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Terror
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El ladrón
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Aguri
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El puente de los sueños
Cada uno de estos es una puesta al detalle, a la singularidad de sus personajes, a los deseos internos y a su exploración de ellos en el mundo que los rodea. Estos relatos viajan desde el retrato de una obsesión como sucede en el caso del tatuador, pasando por un miedo irracional provocado por un viaje en tren, la desfachatez de un ladrón y su supuestos cargos de conciencia hacia sus amigos, los caprichos de una joven satisfechos por su agotado amante, hasta una mezcla de erotismo y confusión evocadas por una madre muerta y la belleza de quien ahora la suple.
Tanizaki enmarca cada una de sus historias en épocas pasadas, en un Japón antiguo, pero su genialidad radica en los toques de modernidad que le otorga a éstas. Permite que los personajes se sientan frescos, que su dualidad haga parte de nuestra cotidianidad; habla de la mujer, desarrolla la idea de la feminidad, expresa los miedos de los personajes hasta el borde de hacerlos sentir como propios, no se queda sólo en la descripción del contexto, puede hablar de un tobillo y al hacerlo lo muestra como la pieza más fina de porcelana esperando a ser pintada.
Un valor agregado que tiene esta edición es que los relatos fueron traducidos por Ángel Crespo y María Luisa Balseiro, además de ello, este compilado refleja la evolución de Tanizaki como escritor, cubren buena parte de sus publicaciones y abre las puertas a la exploración de su narrativa.