Por: Marejada
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¿Ha notado que cada que algo no se hace como a usted le gusta se enoja?, ¿ha tachado de antinatural algo que simplemente no entiende?, ¿le parece que hablar de un problema y obviar otros solo porque son de otra categoría “moral” está bien? Si a lo anterior respondió que sí, va siendo hora de que se siente a hablar con sus demonios interiores, porque mi querid@ lector(a), la igualdad se está tomando el mundo y no hay nada que hacer.
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Lo que más me emociona de comentar con argumentos un estado, vídeo, foto o cualquier mensaje en las redes que insulta a la comunidad LGBTI, es cuando en primer lugar me tratan de lesbiana, como si se necesitara ser obligadamente homosexual para entender que cada quien tiene derechos y libertades sobre su cuerpo y su vida; lo segundo, me citan mil pasajes de la biblia, de repente soy atea, inmoral, voy a terminar en el infierno y a veces termino bloqueada.
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Mi orientación sexual no es problema de nadie ni debe ser un insulto el que me llamen lesbiana. No lo soy, y si lo fuera es algo que pertenece a mi vida privada, pero ese es justo el concepto que no muchas personas terminan de entender; no soy una santa defensora, no me agradan del todo las marchas del orgullo gay porque a veces parece más el festival de Halloween que una comunidad marchando para ser visible y exigir derechos. Es más o menos que mi vecino sea una persona profesional, coherente, que paga sus impuestos, no se cola en Transmilenio, es amable y respetuoso y vaya, tal como es a diario, como lo que es, un ser humano.
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Mucha gente considera que la igualdad es un eufemismo utilizado para comprometer las buenas prácticas de la moral, aunque en ese paquete entre incluso el feminismo (otro mierdero del que hablaré después), pero lo difícil es notar que no es un caso aislado que para el 2010 según cifras de la Alcaldía habían cerca de 1213 personas de la comunidad LGBTI mayores de 18 años, hoy esta cifra puede haber aumentado, y a lo largo de la historia el homosexualismo no ha sido más que reprimido, pero jamás desaparecido.
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Es complejo entender por qué siempre se ha querido reprimir a los sujetos que sienten atracción sexual y emocional por los de su mismo género, a la larga han existido distintas explicaciones, enfermedades, imposibilidad para la reproducción, práctica inmoral, etc. Lo cierto es que nuestros primos menos evolucionados también tienen relaciones homosexuales, lo hemos hecho desde la antigüedad y siempre habrá aquellos que lo hagan. ¿Cuál es el problema?
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Básicamente la orientación sexual debería ser problema del individuo y no de su comunidad, que debería estar más interesada sobre la educación sexual que ayude a prevenir enfermedades y demás. Cada ser humano está en todo el derecho de vivir su sexualidad como desee mientras esta no perjudique a otro (u otros), es por ello que la pedofilia está mal, que la zoofilia está mal, porque son prácticas sexuales donde se ultraja la dignidad y derechos de otros seres vivos, pero no pasa en el homosexualismo, usted no deja de ser menos heterosexual por ver a un travesti en la calle o conocer a un transgénero.
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El asunto es sencillo, como con muchas cosas en la vida hay que sentarse y reflexionar si aquello que juzgo es realmente un mal para la sociedad o para mí. Lo que piden los homosexuales no es que todos lo seamos, o que a todos nos guste lo que ellos hacen o dejan de hacer (que repito es parte de su vida privada), exigen respeto, igualdad de derechos y simplemente no ser martirizados, asesinados o discriminados por algo que no debería importarle a nadie, salvo al individuo afectado.
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Y es así, para mí el mundo será un mejor lugar el día que los homosexuales no tengan derechos, ¿sabe por qué? Las garantías que hoy se ofrecen es para que se respeten sus vidas, su acceso a la educación, vivienda y trabajo, derechos inherentes a los seres humanos. ¿Y qué son los homosexuales, transgeneristas, travestis? Ah sí, seres humanos. Que hoy día tenga que legislarse para que puedan estudiar vestidos cómo deseen, tenga que legislarse para que no los insulten, tenga incluso que legislarse que se les garantice su derecho a la vida y a la dignidad. Que hoy tengan privilegios que les permitan “vivir” medianamente en paz es muestra de lo atrasados que somos como sociedad. Todos tenemos los mismos derechos y la comunidad LGBTI seguirá adelante, hasta que haya más coherencia en este mundo.